15 marzo 2007

En la ciudad sin límites

11 febrero 2007

París es una ciudad hermosa, creo que ya llego tarde y no soy el primero en decirlo. Pero tiene límites y se acaba. Verdaderamente hermosa, nunca podrías verlo todo, pero sí lo más importante, y cuando quieres marcharte, a los veinte minutos vuelve a llegar el campo. No sé dónde guardan los edificios salpicados, las ciudades dormitorio, los pueblos aledaños y la banlieu pero yo me he encontrado el campo y las casas en el campo, y un poco más lejos llanos enteros sembrados con remolacha por la industria azucarera -huele mal tanto dulce- y una central nuclear que me avisa que mi casa está ya cerca.

Hoy he visto pinturas que pensaba que no existían de verdad, que los autores habían hecho las láminas y sus reproducciones directamente, sin hacer el cuadro primero. Pero existen, las he visto. A no ser que fueran falsificaciones o litografías. En tal caso, como yo no me he dado cuenta, hago caso omiso y me da igual.

10 comentarios:

El detective amaestrado dijo...

Los que alguna vez tuvimos la ocasión de visitarla, siempre tenmos la impresión de que una parte de nuestro corazón es un barrio de París...

Anónimo dijo...

Una ciudad que se ha olvidado de "las afueras" se ha olvidado, como diría Pablo García Casado, del sitio donde amanecen los restos del amor.
Las afueras de una ciudad es el lugar donde la melancolía germina, y te brindan el tiempo necesario para ser consciente de que volverás, de que sin ella te sientes vacío.

Sr. Curri dijo...

.Detective. Pues es verdad, no se consume la maravilla, por mucho que vayamos a verla y todo el mundo diga Vaya, llevaban razón, qué bonito es esto. Gracias por venir.

.Perseo, yo conocí Las afueras gracias a Juanma Gil, en un curso de poesía que impartió el año pasado. Es genial ese libro.
Sí que hay afueras en París, claro, hay una película que se llama "El odio" -si la ves, fíjate en los parecidos más que razonables con la peli de Fernando León, "Barrio"- que refleja la vida en las afueras de París. Además, la "banlieu" de París es famosa por su tradicional quema de coches; Pues eso, que sí hay afueras, "que por más desengaños que el sexo la muerte
o las oposiciones nos deparen quedarán siempre las afueras" -como dice García Casado, sólo que yo no sé por dónde salí o si me quedé dormido, el caso es que dejé de ver edificios y empecé a ver el campo. Y aquello me sorprendió, que la ciudad más turística del mundo se acabara de repente me resultó toda una sorpresa.
Gracias Perseo por pasarte, tu presencia aquí es como una de esas pegatinas de los frigos que dicen Símbolo de calidad.

Arcángel Mirón dijo...

Leíste "Nuestra Señora de París", de Víctor Hugo? La descripción que hace de la ciudad (en especial de la catedral) es exquisita.

Anónimo dijo...

grande curri grande

(siempreciegosiempreatope)

Sergi Bellver dijo...

La primera vez que pisé París duró exactamente una hora y media (lo que dura el trayecto a pie entre la Gare de Lyon y la du Nord, y fue con una mujer junto a la que habría de pasar muchos años.

La segunda vez duró cinco días, llegué solo, me fui solo, pero en la ciudad estuve con una mujer que figura como mi borrón en el historial, ese craso error del que el necio se lamenta y el sabio aprende.

Y en esa ocasión, en la que caminé y me extravié deliberadamente por las calles (lo mejor del mundo), no se me ocurrió ni por un momento visitar un museo... porque menudo crimen dejar que le entre a uno el agobio después del código de Hammurabi o la Mona Lisa... y por la prisa o el cansancio se pierda otras joyas menos famosas.

En fin, que siempre va a estar ahí, París, para que vea sus museos con calma... porque tengo intención de, alguna vez, marcharme a vivir una temporada por allí.

pd: No te pierdas, Antonio, la exposición sobre Samuel Beckett en el Pompidou, cuando regreses a la ciudad eterna(Tours está como a hora y pico, no?).

Á bientôt!

Álex Chico dijo...

Demuestras que París es una ciudad imperecedera. No se me ocurre otro adjetivo. Adivina ahora la especial rayuela cortaciana: ese lugar en donde el cielo es más bonito que la ciudad...

Astilla dijo...

Ese Paris que vas contando, de puñado en puñado, llenito de detalles, me mata.
Más aún que las grandes fotos de la Torre Eiffel o el Louvre.

un abrazo.

B.C.M. dijo...

Buenas tardes señor Curri

Tan sólo le escribo para decirle que este medio día me he cruzado con usted aquí en Helvetia, y he venido rumiando una idea hasta mi casa. Ahora la idea es un microrrelato que puede usted leer en la página, titulado EL ELEVADOR, en la sección MICRORRELATOS.

Respecto a esa ciudad de la que tanto se habla, no hay nada que yo pueda decir que no esté ya dicho en Rayuela, así que mejor me callo. A ver si cuelga algo, que hace ya unos días que no podemos leerle.

Saludos desde Lôzane

P.D: Mucha suerte en el concurso de Murcia.

Sr. Curri dijo...

Gracias a todos por seguir este viaje. No tengo mucho tiempo, porque estoy, precisamente, en el camino, pero gracias Arcángel mirón por continuar, Manolo Arana -el poeta-, Sergi Bellver (leo todas tus entradas, sigo el rumbo del albatros), Alex Chico -el viajero-, Astilla, que me impresionas con cada texto y Monsieur le revenant, que te voy a tener que ceder el título y la corona de eterna promesa.

Muchas gracias a todos por estar ahí.