Ya. Ya sé que hace tiempo que no escribo nada por aquí, pero eso no quiere decir que no esté haciendo cosas... Acabo de ver que un relato que mandé al concurso de relato humorístico Ocurrencias Varias ha quedado finalista. Al final no ha ganado, pero oye, ha estado entre la última tanda de posibles ganadores, que tiene su mérito.
Mi cuento se llamaba Sabrina vs Samantha Fox y este es el principio del relato:
A finales de los años 80, llegaron hasta la periferia del país los últimos coletazos de la llamada Movida madrileña, un movimiento juvenil que comenzó a principios de esta década en la capital y propugnaba la libertad y la modernidad tras mucho tiempo esperando, tiempo de miedo y censura, desde 1936, tres años de guerra, 39 de dictadura y luego algunos más de transición… Cuarenta y tantos años esperando son muchos años, si ya molesta cuando has quedado y llega la gente veinte minutos tarde. Después de tanta época de oscuridad, había surgido entre los jóvenes la ilusión por hacerlo todo nuevo, divertido y con colores. Había que disfrutar de todo y había que hacerlo rápido, porque nadie sabía si aquella paz iba a durar mucho tiempo. En ese clima de alegría surgió la Movida madrileña, que se apoyó en dos puntales básicos: la música pop hortera y la heroína. Este binomio fantástico fue la base de una época en la que desarrollaron su mentalidad la mayoría de las personas que hoy en día nos gobiernan en nuestro país, algo que podría explicar muchas cosas.
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1 comentario:
Fantástico!!!
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