23 enero 2012

Los días extraños

El día que El País pidió la dimisión de Zapatero (The times they are a-changing...) recordé una noticia un poco más antigua sobre la clase política española que creo que merece la pena tener presente. Según un recuento oficial, más de cien candidatos de los que se presentaron a las últimas elecciones -muchos de ellos elegidos, juzgados y condenados-, estaban imputados en causas judiciales por delitos relacionados con corrupción. No se salvaba prácticamente ningún partido, ni siquiera el partido de Carmen de Mairena.

En la primera edición de Gran Hermano recuerdo también que nos dijeron que los concursantes que participaban habían sido seleccionados para formar parte de una muestra representativa de la realidad española y que eran más listos que la media, eso dijeron los creadores del experimento sociológico. Y después resultó que entre ellos había varios que defendían el regreso del regimen franquista y de las diez mujeres que participaron tres, en sus aún jóvenes vidas, habían ejercido la prostitución.

Así que como estoy prácticamente seguro de que el 30% de las mujeres españolas no han sido en algún momento de sus vidas prostitutas y también creo que no hay una gran parte de la población que defienda el regreso de un regimen dictatorial, así, decía, en esta fe mía, me niego a pensar también que la clase política pueda ser tan miserable y en tan gran número. Como en Gran Hermano, en política, me niego a creer que eso que vemos por la tele seamos nosotros.

1 comentario:

Julio Béjar dijo...

Bravo, celebro tus palabras.