17 octubre 2007

Los estudiantes

14 octubre 2007
granada


Los estudiantes son los mismos siempre, aunque pasen los años.
Vienen de otras ciudades, de países cada vez más lejanos y aunque se visten de forma diferente y se ponen otros peinados, no pueden evitar algunos gestos que les delatan. Miradas desafiantes en las barras de los bares hasta conseguir apoyar el codo o fiestas multitudinarias de disfraces en las que llegan a desaparecer disimulados por el grupo. Los estudiantes, los mismos, hacen lo que hicieron sus padres porque, en realidad, ellos son sus padres. Nunca tuvieron hijos ni pareja formal ni nada. Montaron esa farsa del matrimonio para poder continuar su vida de estudiantes en otros lugares. Con dinero se contratan dobles y el tiempo pasa más lento. Pero ahora, pobres gentes, se están cansando ya de salir, después de tantos años. Que ya está bien, que no hay derecho a que les sigan poniendo garrafón en el bar en vez de whisky bueno.

*

5 comentarios:

la cubana dijo...

ohhhh

cualquier tiempo pasado fue mejooooorrr

atrapaaadooo en el tiempooooo

Txe Peligro dijo...

todos somos estudiantes. solo que unos más que otros.

o no.

Txe Peligro dijo...

por cierto, tu serie sobre los planetas y tu vida es genial, sobretodo la forma en la que recreas tu primera juventud a hilo de la trayectoria de la banda.

bien!

Tricotilomanía dijo...

El sur, como bien sabes, es un sueño. Salud y enhorabuena por la página!

Sr. Curri dijo...

_Mzungu: Como en "El día de la marmota", parece que damos vueltas y siempre estamos en el mismo sitio. Los tiempos pasados... vaya.
Un saludo.

_Txe: Todos somos estudiantes, es verdad. Todos somos Pepe Barrionuevo, decían esas pegatinas cuando metieron al ex-ministro en la cárcel ¿o eran Yo también soy...? Bueno, es igual. Muchas gracias por seguir el blog. En breve habrá una nueva entrega de Mi vida y los planetas, el serial.
Un saludo.

_Tricotilomanía, muchas gracias por los ánimos. Felicidades también por el elogio a la Caspa. Hay artículos muy interesantes en el blog, me gustó mucho el de Bukowski. Saludos