Confío en no caer en el populismo
si digo que, mirándolo por el lado bueno, esta crisis sólo está
teniendo efectos positivos. Todo el mundo está más esbelto, el tiempo
libre se acumula y la gente ha vuelto a juntarse para hacer cosas. Qué
bien. Esta armonía y felicidad en la que vivimos ha propiciado que
surjan colectivos y espacios independientes que proponen otra forma de
entender la cultura, más participativa y social. Y en esa onda de
alegría y buen humor han surgido en la capital de Almería centros de
cultura como La Oficina, La Guajira o Clasijazz
que ofrecen cada semana actividades muy interesantes. Así, también,
flotando en ese ambiente de entusiasmo, ha llegado a Almería esta pasada
semana el Microteatro,
una iniciativa que lleva triunfando un par de años en Madrid y que
consiste en realizar pequeñas piezas teatrales en un espacio pequeño
para pocas personas por poco dinero. Todo poco y todo pequeño. De jueves
a domingo. Alegría, Almería, alegría.
Publicado el 2 de febrero de 2015 en la revista El Marrajo
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