24 octubre 2009

La operación Perëndim

Por primera vez en los últimos años tenemos la suerte de tener en la provincia de Almería un caso judicial de relevancia, a la altura de otros casos similares de corrupción que se han hecho conocidos en otros lugares del territorio español y que ponen a nuestra provincia en el lugar de honor que merece en los medios informativos nacionales. Este suceso, que debe llenarnos de orgullo y que nos eleva a la altura de grandes capitales como Valencia, Barcelona, Madrid, Málaga o Alicante, nos tendrá en boga durante semanas en tertulias y editoriales, y dejará, con suerte y a medida que se destapen los detalles de la trama y vayan detallándose nuevos escándalos, una gran huella en la historia judicial nacional y en el subconsciente colectivo del país.
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Pero este caso, que podría tener todos los ingredientes para pasar a la posteridad como uno de esos casos importantes, falla en uno de sus puntos: su denominación. Yo quisiera mostrar mi descontento por la elección de la palabra que da título al caso. Esta vez los oficiales de policía, que suelen ser tan ingeniosos habitualmente a la hora de nombrar las operaciones, y que han aportado grandes títulos para la historia como la Operación Malaya -nombrada así porque al parecer este era el mote de una de las personas implicadas en el caso, que "era más fea que un Callo Malayo"-, la Operación Gürtel -"Correa" en alemán- o la Operación Nécora -desarrollada en una zona de marisqueo gallego-, ahora, al llegar a nuestra provincia se han conformado con la sosa denominación de Operación Poniente.
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El nombre, que designa la zona de la provincia donde se desarrollan los hechos, se podría alegrar de forma sencilla cambiándolo, por ejemplo, por su traducción al albanés. Yo propongo, para que el caso sea recordado por muchos años, este título, mucho más sonoro y agradable y del que, sin mucho problema, podríamos tener el título para una novela negra sueca, un Millenium 4: Operación Perëndim. Tiene mucho más empaque Perëndim que Poniente, dónde va a parar. Y hasta los imputados seguro que son más felices sabiendo que pueden ir a la cárcel por estar implicados en Perëndim -ese ignoto y fantástico territorio- en vez de en el terrenal Poniente.

3 comentarios:

Rosa F. Justicia dijo...

¡Querido amigo! Piensa que podríamos estar hablando de la operación "PAL" o incluso "Tomate", no siempre los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han tenido fortuna en escoger apelativos para sus operaciones. Aunque tienes razón, Almería no tiene mucha fortuna en casos judiciales, me viene a la memoria el caso Almería, que dada la trascendencia de aquel suceso, hubiera merecido un calificativo más cinematográfico.

Chismabeibe dijo...

uniendo conceptos como Almería, poniente, cinematográfico,... no habría sido mala la opción "operación western"

Sólo digo una cosa dijo...

Sí, tiene mucho más empaque Perëndim, pero no te vayas a creer que todo el monte es orégano, Curri. Aquí, además de la vistosa y comentadísima Operación Malaya, tenemos nuestras tramas casposas. Recuerdo que disfruté mucho con “Operación Arco”, (Alcaucín): un cantaor de flamenco que se mete a alcalde, viviendas aisladas en suelo no urbanizable, dinero en el colchón, paredes encaladas y geranios. Aquí te dejo al artista:

http://www.youtube.com/watch?v=RU_ZMdsNBZ0

Un beso,

Virginia