Cuando el tiempo es inestable, el ánimo no sabe muy bien a qué atenerse. Irradia, absorbe y otras veces no sabe qué hacer con la energía. La deja flotando sobre los pequeños electrodomésticos, el menaje del hogar y los utensilios de cocina que van haciendo poco a poco el sitio habitable. Colores claros para que el gesto tienda a la luz.
Cuando yo era chico, me reía cuando mis maestras llegaban a clase con un pañuelo atado el cuello, afónicas. Era como una pequeña victoria contra el enemigo. Los niños, con nuestra guerra de guerrillas, habíamos conseguido dejar sin voz a la maestra. Habíamos triunfado. Con el tiempo todo cambia y ahora, de repente, yo soy el enemigo.
de la película "Wild in the streets" (El presidente) dirigida por Barry Shear en 1968
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2 comentarios:
¿Así que Francia?
Ja,ja,muy bueno lo de la venganza
contra la maestra.
La primera parte sobre la inestabilidad del tiempo realmente
poética y melancólica.
Au revoir.
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